sábado, 19 de mayo de 2007

La izquierda bucólica

Hablo con Pedro Vallín mientras prepara su artículo sobre Izquierda Unida para La Vanguardia, y le recuerdo el argumento que dio (no se si lo escribió) Dioni en una lejana comida cuando aseguró que a “IU sólo le queda la senda del nacionalismo de izquierdas. Donde no lo ha hecho ha desaparecido”. Y ponía el ejemplo de Galicia, Aragón y de las joint-venture con grupúsculos sociales de Cataluña y el País Vasco. Pedro no hace de la anécdota categoría, pero del ejemplo saca conclusiones mientras él, en el ordenador y yo, en casa, miramos las carteles electorales de la novena, o sea de IX, la versión asturchale y nacionaliega de Izquierda Unida en Asturias. En ellos, todos los candidatos miran una manzana de sidra, igual una xuanina, como si en ella se contuviese las esencia del futuro, que no debe de pasar por el Calvados, claro.

Al finalizar la conversación, me pregunto del porqué de la cuestión. ¿Cómo es posible que los herederos del Movimiento Obrero vuelvan sus ojos cándidos a un pasado preindustrial, patria de los nacionalismos más estrechos y nostálgicos? Y más allá, ¿Cómo se puede entender que allí oónde IU no toma las señas de identidad de un “izquierdismo pastoril” su nicho ecológico es ocupado por una fuerza con esas señas de identidad, como el Bloque en Galicia o la Chunta en Aragón?

El problema no es Izquierda Unida. El problema es la izquierda. Huérfana de horizontes y de esperanza, incapaz de comprender, con los mecanismos con los que dotó al mundo, opta por renunciar a entender el tiempo en el que vive y se refugia en el terruño como epítome de lo posible. Ahí afuera hay libre circulación de capitales, Internet, barcos cargados con decenas de contenedores, deslocalización, economías especulativas y empresas del quinto sector. El mundo, tras la caída del bloque soviético y el fracaso sistemático de las propuestas más ideologizadas en la Europa del estado del bienestar, se ha hecho difícilmente comprensible, asimilable, manejable; por tanto, es mejor renunciar a él y regresar, bucólicos-pastoriles a un nacionalismo de raíz rural, que en ese caso no deja de ser la vuelta a un cierto tipo de ludismo, en él que cómo aquel, se renuncia o se destruye lo que no se comprende en vez de tratar de entender lo que ignoramos para cambiarlo.

Enviado por Martín Cué

domingo, 13 de mayo de 2007

El verdadero "mar"

Damas y caballeros, tengo el gusto de presentarles el verdadero "mar interior", ese que todos ustedes estaban esperando. Viene, como no podía ser de otra manera cuando se trata de alta tecnología, de japón y se encuentra a disposición del público presente por un módico precio más gastos de envio.



Y también en video

Este es el principio del fin de la televisión, me temo.

Enviado por Martín Cué

lunes, 7 de mayo de 2007

La ciencia necesaria

"Nuestra generación, si no quiere quedar a espaldas de su propio destino, tiene que orientarse en los caracteres generales de la ciencia que hoy se hace, en vez de fijarse en la política del presente, que es toda ella anacrónica y mera resonancia de una sensibilidad fenecida. De lo que hoy se empieza a pensar depende lo que mañana se vivirá en las plazuelas".

Ortega y Gasset, en 1923.

Enviado por Martín Cué

miércoles, 2 de mayo de 2007

El código HD DVD

En esto de los ordenadores uno es moderadamente agnóstico, europeo: no profesando la fé chic y new age de los Mac, se conforma con el catolicismo abstraído de Windows por no haber nada mejor, a pesar del indudable atractivo del protestantismo (a veces neo-calvinista) de Linux. Sin embargo, parece que en los seguidores de la Reforma promulgada por Linus Torvalds y Richard Stallman se encuentra el avance y una suerte de incipiente nueva Ilustración. Así lo cuenta nuestra querida Petita en una nota que corre peligro de desaparecer por el viento de la red y de sus patrocinadores. Este es tema: los creyentes de GNU/Linux han desencriptado el sistema que protegía los HD-DVD para sí mismos, al menos de momento. Copien conmigo

09 F9 11 02 9D 74 E3 5B D8 41 56 C5 63 56 88 C0

Pues ésta es la clave, como cuenta La Petite Claudine:

"La RIAA puede mandar a sus perros y tirar la entrada de nuevo, pero ya da igual: con 12.977 diggs y subiendo, la clave que necesitamos para ver películas HD-DVD en Linux está más protegida que nunca.

Y, si esta clave cambiara, también daría igual. El sistema de encriptado ha sido ya resuelto y está siendo implementado en un programa llamado BackupHDDVD. "

Enviado por Martín Cué

martes, 1 de mayo de 2007

Las librerías

Antes hablábamos de que un disco duro viejo, a un CD de resguardo es como una biblioteca abandonada, o una librería de viejo. Entre el polvo y el bric-a-brac reinante en cualquier cosa así me encuentro con un artículo del que no recuerdo la razón para haberlo guardado. Supongo que en aquellos días (está fechado el 8 enero de 1997) me bajaba los artículos de opinión de El País y después los leía. Unos pocos han sobrevivido físicamente. Este fragmento del titulado Las Librerías, escrito a consecuencia de la enésima quema de la librería laguna de San Sebastián por la infame y falaz Izquierda Abertxale, contenía un párrafo de encuentro con el mundo verdaderamente entrañable. Es, claro está de Antonio Muñoz Molina.

"De las promesas que guardaban las ciudades lejanas a las que uno soñaba con viajar, las más deseadas eran la promesa de las mujeres y la de las librerías, seguida muy de cerca por la promesa de los cines donde se proyectaban películas en versión original. Escapado de su provincia, uno viajaba a las ciudades, a las mujeres, a las librerías y a los cines como al reino adelantado de la democracia que aún no había llegado al país. Al final, claro, los sueños no resistían el agrio choque con la realidad, la democracia no llegaba, las mujeres no nos hacían caso, la capital nos era inabarcable y hostil, pero siempre quedaba el refugio de los cines y de las librerías, donde se disfrutaba simultáneamente, ahora me doy cuenta, de dos de los mejores entusiasmos que uno puede sentir, el de la libertad política y el de las imágenes y las palabras impresas, que en el fondo puede que sean un entusiasmo único".
Enviado por Marcial Castañón